La electricidad (en forma de corriente eléctrica), es la forma de energía más importante para la sociedad actual en la que vivimos, fundamentalmente a que el nivel de desarrollo y estilo de vida se mantiene gracias a la multitud de aparatos que funcionan con esta energía. Como tal forma de energía, se produce por medio de otras formas de energía, fundamentalmente a partir de movimiento (energía mecánica) o calor (energía térmica).
En las centrales eléctricas, del estilo que sean, el elemento fundamental para la generación de electricidad es el generador eléctrico que transforma el giro de su eje en corriente eléctrica (de tipo alterna). En las energías eólica, hidroeléctrica y maremotriz, el viento y el agua respectivamente mueven una serie de turbinas que conectadas al eje del generador, producen la corriente eléctrica. Sin embargo, en otras energías, es necesario obtener el movimiento a partir del vapor de agua producido por el calor generado por la combustión (energías térmicas de combustión), por la luz solar (energía solar térmica) o por la fisión nuclear (energía nuclear). La excepción a los casos anteriores, es la energía solar fotovoltaica, donde la corriente eléctrica de tipo continua (en los casos anteriores era de tipo alterna) se genera directamente en las placas fotovoltaicas que componen la instalación debido a la naturaleza semiconductora de las celdas que forman los paneles.
En las centrales eléctricas, del estilo que sean, el elemento fundamental para la generación de electricidad es el generador eléctrico que transforma el giro de su eje en corriente eléctrica (de tipo alterna). En las energías eólica, hidroeléctrica y maremotriz, el viento y el agua respectivamente mueven una serie de turbinas que conectadas al eje del generador, producen la corriente eléctrica. Sin embargo, en otras energías, es necesario obtener el movimiento a partir del vapor de agua producido por el calor generado por la combustión (energías térmicas de combustión), por la luz solar (energía solar térmica) o por la fisión nuclear (energía nuclear). La excepción a los casos anteriores, es la energía solar fotovoltaica, donde la corriente eléctrica de tipo continua (en los casos anteriores era de tipo alterna) se genera directamente en las placas fotovoltaicas que componen la instalación debido a la naturaleza semiconductora de las celdas que forman los paneles.
En España, la producción se reparte fundamentalmente entre las energías renovables (fundamentalmente eólica y hidroeléctrica), térmicas de combustión, de ciclo combinado (también de combustión aunque incluyen una turbina de gas adicional a la de vapor) y la nuclear. Podéis descargaros un documento donde se describe con detalle la producción de la energía eléctrica en España (Fuente Red Eléctrica de España, www.ree.es).
A continuación, podéis ver una presentación, donde podréis repasar todo lo visto hasta la fecha en esta unidad, finalizando con una serie de consideraciones y cuestiones sobre las diferentes formas de energía a partir de las cuales obtenemos la electricidad.
El futuro uso y racionalización de las fuentes de energía, deberá ser una línea estratégica, ya que de ello dependerá en gran medida el nivel de desarrollo y la situación económica de nuestro país. Para completar y añadir más información a este artículo, podéis descargaros sendas presentaciones relacionadas con la distribución de la energía eléctrica por nuestros hogares y el mapa actual de generación de electricidad en España.
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