Hoy en día son muchos los sistemas técnicos que basan su funcionamiento en este tipo de energía. Por ejemplo, las puertas de algunos autobuses y trenes se accionan con aire comprimido; en la industria son muy útiles los sistemas neumáticos porque proporcionan movimiento lineal y desarrollan grandes fuerzas, utilizándose para empujar y levantar cargas pesadas, en cadenas de montaje automatizadas, etc.
En los sistemas neumáticos, el aire comprimido se produce en un elemento llamado compresor, que es una bomba de aire comprimido accionada normalmente por un motor eléctrico. Este aire se almacena en un depósito. Desde éste, el aire es conducido a través de válvulas a los cilindros, que son los componentes encargados de realizar el trabajo.
Cuando el aire comprimido fluye en el interior de un cilindro, aumenta la presión y obliga a desplazarse a un émbolo situado en su interior, y proporcionando un movimiento lineal y realizando un trabajo. Las válvulas tienen como misión controlar el flujo de aire comprimido que entra y sale de los cilindros. Las válvulas son los elementos de control del circuito.
En la representación de los circuitos neumáticos se utiliza una simbología específica. Los esquemas neumáticos son una representación de las instalaciones neumáticas reales.
Para repasar lo explicado en clase, podéis visitar el siguiente enlace, donde se describen los componentes de un circuito neumático, así como también los de un hidráulico, aunque estos últimos no serán objetos de simulación (si de estudio teórico).
Podemos simular los circuitos neumáticos mediante programas específicos, así podemos comprender mejor su funcionamiento mediante la animación.
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